Con simples acciones es posible extender la vida útil del agua, evitar picos de consumo que afectan la presión en la red, cuidar un recurso valioso y, además, ahorrar en la factura del servicio. Tu cuidado es también el ahorro de toda la comunidad.
Para mantener el agua en buen estado, se recomienda usar cobertores cuando la pileta no está en uso para reducir la evaporación; controlar el nivel de cloro y el pH para evitar tener que recambiar el agua; retirar hojas y suciedad de manera frecuente; realizar retrolavados del filtro solo cuando sea necesario; evitar el vaciado total y revisar periódicamente mangueras y conexiones para detectar pérdidas.
Cuidar el agua es una responsabilidad compartida, y con pequeños gestos se puede contribuir entre todos a un uso responsable durante los días de mayor demanda.