Roca: sin incidentes en el Penal II tras requisa que causó malestar

Aunque hubo momentos críticos tanto dentro como fuera del predio, el personal logró restablecer el orden sin heridos entre la población carcelaria y resguardando la integridad de quienes trabajan allí.

Las estrictas requisas en las visitas, por disposición del Ministro de Seguridad y Justicia, mostraron resultados inmediatos: en pocos días se concretaron secuestros de estupefacientes y otros elementos que tienen prohibido el ingreso. 

Ese avance en los controles molestó a algunos sectores del penal y, este martes, poco después del mediodía, ese malestar empeoró cuando un grupo de internos inició insultos, agresiones y se negó a regresar a sus sectores.

Mientras tanto, afuera del establecimiento empezó a reunirse un grupo de personas que también se mostró hostil, lanzando piedras hacia el interior y prendiendo fuego cubiertas. Esa presión simultánea, desde adentro y desde afuera, exigió una respuesta rápida y organizada. 

De inmediato se convocó al personal de turno, se reforzó la presencia en el perímetro y se cerró el ingreso de visitas como medida preventiva. El objetivo fue claro: proteger vidas y evitar que la situación se agrave.

A partir de ese momento comenzó un trabajo minucioso y tenso. Se despejaron sectores, se trasladó a un grupo de internos a enfermería para mantenerlos a resguardo y se avanzó en un operativo pabellón por pabellón. Algunos grupos colaboraron; otros ofrecieron resistencia con piedras, agua, lavandina e incluso con armas caseras preparadas para dificultar el ingreso del personal. En uno de los módulos aparecieron mantas y colchones encendidos, lo que obligó a intervenir de inmediato para evitar un incendio mayor.

En paralelo, se desplegó un operativo policial en los accesos para contener las agresiones externas. Esa coordinación permitió que los equipos penitenciarios trabajaran sin interrupciones y que la violencia no escalara más allá del portón principal. 

Durante todo el procedimiento se aplicó el uso de fuerza mínima y progresiva, siguiendo los protocolos establecidos por el Ministerio de Seguridad y Justicia de Río Negro.

Finalmente, tras varias horas de trabajo, se completó el recuento y la verificación corporal de toda la población detenida. No se encontraron internos lesionados y se aseguraron todas las celdas. También se secuestraron los elementos contundentes utilizados durante la agresión y se dispuso el cierre preventivo de los pabellones hasta que se normalice la situación.

El Servicio Penitenciario Provincial logró encauzar un episodio complejo sin que se disparara a niveles más graves, cumpliendo con la premisa de que en el Penal II se sostiene incluso en los días más duros: cuidar la vida de todos. Desde el Ministerio de Seguridad y Justicia remarcaron que los controles continuarán en todas las unidades carcelarias de la provincia.